jueves, 29 de julio de 2010

OTRA VEZ LOS DAÑOS A UNA OBRA PUBLICA

En toda comunidad nunca se dará que todas las necesidades sean satisfechas. No escapa a esta generalidad nuestra ciudad.
Se reclama desde distintos sectores el mejoramiento de algunos sectores de la ciudad, ya sea para el bienestar de los habitantes, como para el descanso o disfrutar de los días.
Sistemáticamente cada vez que una obra municipal, cualquiera sea se realiza, a las pocas horas son dañadas, vaya a saber por quien, esa será la incógnita permanente.
Estas acciones tuvieron como escenario la misma esquina de Bv. Kemmis y Rivadavia, donde tras los trabajos de mejoramiento para evitar la acumulación de agua de lluvia y la consiguiente inundación del sector, tras un parentesis se hermoseó el paseo con la colocación de una glorieta y un banco de plaza para disfrutar de algunos momentos. No pasó más de un día que el banco fue escrito con aerosol, que demandó la reparación inmediata del mismo. Un daño a la propiedad estatal, que todos pagamos, pero muchos no cuidan.
Salvado ese daño, esta madrugada vaya a saber quien o quienes y con que intereses dañaron las señales luminosas que fueron colocadas en el aún no inaugurado ordenador de tránsito en la misma esquina, que no solo deja sin señalización sino que además crea un riesgo de atropellarlo para quiene aún no han fijado en su memoria esta obra.
Cuando llegará el respeto a los bienes públicos que si bien nos pertenecen, a muchos poco le importan, que seguramente serán los que critiquen por no tomar medidas para evitar problemas mayores.

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