EL CLASICO FUE VISITANTE

Pasó un clásico más. El triunfo fue para el visitante, Williams Kemmis por 3 a 0, sobre quien fue el primer clasificado para las semifinales, Almafuerte.
El partido en su inicio mostró a un Almafuerte algo desorientado sin parecerse al que estábamos acostumbrados a ver y al que logró anticipadamente la clasificación.
No se veía en el celeste esa coordinación de movimientos entre las líneas que le permitían controlar los partidos, por el contrario Kemmis, jugado en una forma simple y tranquila, encontró por la derecha celeste una vía de ingreso, ganado la espalda de Agatti, ante la velocidad de Castellani, quien una y otra vez exigió al fondo local.
En una de las tantas corridas cuando apenas corrían 7 minutos, una pelota cruzada de izquierda a derecha, lo encuentra a Castellani lanzado en velocidad y al llegar al fondo de la cancha tiro un centró que Sosa no logra neutralizar y Mariano Escobedo, cambia el recorrido de la pelota y pone el 1 a 0 inicial.
Desde ese momento los verdinegros jugaron una mayor tranquilidad haciendo pasar la pelota por los pies de Fermani quien era el encargado de distribuir el juego hacia Zabala o Castellani, mientras Bohive y Sánchez eran quienes recuperaban en la zona de medios.
Por ese entonces el celeste no lograba tomar las marcas y por ende la pelota no llegaba hacia Venezia o Perassi que son las cartas de gol del equipo.
Corrieron los minutos, un poco de nerviosismo fue ganando a Almafuerte quien no pudo más allá del esfuerzo puesto ni el trabajo de Maxi Fernández ni el desgaste de Villacorta alcanzaban para progresar en la cancha al punto que Farías en gran parte de esta etapa nunca pasó sobresaltos.
La primera etapa finalizarían con el triunfo parcial del verdinegro por la mínima diferencia y a incógnita de cómo se presentaría la segunda parte para el puntero de la zona.
En el segundo tiempo todos preveían un mejoramiento de Almafuerte en la busca del empate, pero las características de esta etapa se caracterizó por ser igual a la primera.
Se inició con un Kemmis, buscando aumentar el marcador, teniendo en Fermani en el creador, el trabajo de Zabala por la izquierda tratando de aprovechar su velocidad para buscar a Escobedo que picó una y otra vez en busca del arco de Sosa.
Así fue como a los 16 minutos una pelota enviada por Bohive desde la derecha pega en el travesaño y cuando la pelota volvía hacia el campo la entrada de Lavaca, de frente conecta con preciso cabezazo elevando el marcador a 2 a 0 (foto).
Antes de este gol Almafuerte había efectuado dos cambios buscando un mejor rendimiento, Nahuel Fernández reemplazó a Tedeschi y Martin Toia lo hizo por su hermano Facundo.
No variaron demasiado las características del partido solo que con el ingreso de Nahuel Fernández, la zona central ganó un poco más de fútbol pero Kemmis, seguía con la tranquilidad del marcador a su favor.
Tras el gol de Lavaca debió salir lesionado Hugo Agatti, con un corte en la zona de la barbilla ingresando en su lugar Di Santis.
Con los tres cambios hechos el celeste comenzó a buscar de llevar al Kemmis hacia su arco buscando una y otra vez pero sin justeza la valla de Farías, que las veces que lo llamaron a intervenir lo hizo acertadamente.
Almafuerte buscó por todos lados la forma de vencer la resistencia del visitante sin poder hacerlo en un tarde desafortunada para Venezia y desconocida para Perassi, que nos tenían acostumbrados a marcar goles y esta tarde no se les dio.
Ya cuando corrían más de 25 minutos se le hacía imposible a Almafuerte poder convertir y los nervios iban ganando lugar.
A esa altura Kemmis comenzó a hacer cambios para cuidar el resultado, importante por tratarse de un triunfo ante el clásico rival.
Fue así que se vinieron a la cancha Luna, Mendoza y César para reemplazar a Bohive, Castellani y Fermani respectivamente.
De los tres el que menos aportó fue César, falto de precisión y de justeza y movimientos, hicieron sus aportes Luna y Mendoza, este último cuando ya se cerraba el partido puso el 3 a 0, con un tiro por sobre la cabeza de Sosa, que había salido a achicar el ángulo de disparo.
Tres a cero resultado final para un clásico que se desarrolló dentro de lo que se puede pretender en este tipo de partidos.